Mientras volvía de la universidad esta mañana, me sentía bastante melancólica, y pensé en la canción de la BSO "I dreamed a dream". Entonces nada más llegar al piso, le presté a mi mano la idea que esa sensación me producía. Recordé aquellos momentos en los que era tan inocente, tan pequeña que con un rasguño me hacía llorar, cuando quería crecer y tener una familia, mientras me dedicaba a pintar mi felicidad en mis lienzos internacionales. En los que pensaba que existía el amor verdadero y que, un día, encontraría a mi príncipe azul que me llevaría en brazos, mientras me decía lo mucho que me amaba. Que recuerdos tan puros y inocentes. Comparándolos con la realidad, son casi equivalentes a un tesoro deslumbrante. Ya que cuando te despiertas de ese hermoso sueño, y te encuentras con la cruda y dura verdad, todo se transforma en caos y desorientación. Y así es como me siento ahora mismo, desorientada dentro de una botella donde todo es casi tan negro como el carbón.
Y esto es lo que pretendo reflejar en la siguiente ilustración. Sí, salgo desnuda. ¿Y qué? No tengo nada diferente a ninguna de vosotras. Y si sois lectores, seguro que no habréis visto nada distinto en mi que en otras mujeres con las que os hayáis acostado. Os lo aseguro.
Y bueno, espero que os transmita, lo que yo he pretendido transmitir en esta ilustración.
Buenas noches a todos, que una necesita descansar, que mañana toca seguir trabajando más duro, para poder conseguir mi meta. Aunque ahora esté así de desorientada, tengo fe en que todo se tornará más colorido y tendré aquello que soñé.
Así que lectores, os digo, luchad por vuestros sueños.
No existe mejor satisfacción que ver como lo que más ansias en este mundo, se torna realidad.
Saludos.
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