miércoles, 20 de mayo de 2015

#62

Hace mucho que no publico, pero tampoco tengo mucho tiempo para ello.

Hoy se me hace necesario decir unas palabras, aunque puede que me repita en mi discurso. No existe nada más doloroso que la perdida de un ser querido, ya sea humano o animal. Un ser que te ha acompañado a lo largo de los años (o tu vida), apoyándote en todo momento.
El mejor homenaje que se le puede hacer, es sonreír por todo el tiempo vivido y recordar, cada instante, esos momentos que más te hicieron reír. Aquellos anécdotas que con solo pensar en ellos, esbozas una sutil muestra de alegría... sin quererla. Te transmite una ternura que no se puede describir con palabras. Atesorar esos recuerdos, que mientras vivas, seguirán ardientes dentro de tus entrañas. Proporcionándote una extraña calidez, triste pero que a su vez, se siente agradable.
No existe nada más bonito, que poder vivir en este mundo. Poder sentir cada golpe, cada error, cada puñalada. Porque sin ellas, no podríamos seguir adelante y luchar, día a día. Por tratar de esbozar una sonrisa, donde solo se pueden encontrar llantos y desesperación. El tiempo es el mejor curandero, llegará un día que sonreír no te será un esfuerzo, te saldrá de forma natural. Las grietas de tu corazón sanaran. Podrás salir de esa oscuridad en la que te sientes inmerso, y una vez empiezas a salir, sientes la necesidad de saber que habrá más allá. De encontrar la luz, el sitio ideal. El clímax perfecto donde tu cuerpo y mente estarán en armonía y nadie será capaz de quebrantarlo.

Te encontrarás tan a salvo, que podrás apartarte de cualquier tipo de barrera protectora. Ya que te encontrarás en tu propio paraíso. Al que nadie podrá acceder, ni corromper.