lunes, 15 de diciembre de 2014

#55


Ese preciso momento, que estas inmune ante todo. Tú coraza rota en pedazos deja al descubierto tu cuerpo, que avergonzada tratas de tapar con tus diminutas manos. Ese instante, en el que te sientes tan vulnerable, como un vaso de cristal. Frágil. Débil. Rota. Sin tu coraza tus sueños se desvanecen tan rápido que eres incapaz de ser consciente de ello. Todo empieza a no encajar. La locura te invade y te ciega. Todo lo que en un pasado fue clave, deja de serlo por un instante. Y te preguntas ¿Quién soy yo? ¿la chica del espejo o quién?. Entras en un bucle del que pocos pueden salir, esa nube negra que te impide ver la realidad, se apodera sin tu consentimiento. Te invade. Y cuando menos te des cuenta, rompe tu vida y tus sueños. No hay cosa más desagradable que perder tu propio rumbo. Ya que una vida sin metas, no tiene sentido. Y en ese preciso instante piensas ¿Qué ha pasado conmigo mismo?. Todo se torna tan negro, que eres incapaz de ver tu propio reflejo, y tanteas. La sensación es similar a la de una venda en los ojos. Llega un momento en el que te das cuenta, la venda se cae y ves el desastre. A veces tiene solución, otras no. 

Para finalizar, quiero agradecer a mis amigos y familiares, que seguro que no leerán esto. Su apoyo durante, la peor etapa de mi vida. Que seguro que no será la única. Gracias por sacarme la venda de los ojos a tiempo.






No hay comentarios: